Una de las características propias de las lenguas es el hecho que varían. Este fenómeno
se produce en un momento determinado y, si esa variación persiste, tiene como
consecuencia un cambio lingüístico. El llamado “lenguaje inclusivo” es, desde el punto
de vista lingüístico, una ampliación de las opciones disponibles dentro del paradigma de
género del español. Más allá de las alarmas y gustos académicos y lingüísticos, lo
importante es que ocurre y que debe ser analizado como tal. Los sistemas lingüísticos
no actúan en contra de sus hablantes y, menos aún, ellos van en contra de los sistemas.
La razón es simple: no pueden. Los sistemas dependen de los hablantes y los hablantes
los usan porque su instrumentalidad inherente les es útil. Nos proponemos dar cuenta a
partir de una de sus características específicas (el uso de la x) los alcances que ese uso
comporta. Para eso hacemos un breve relevamiento de la relación entre lenguaje y
realidad para luego seleccionar un corpus representativo en el que esta recurso se realiza
de manera efectiva. Lo analizamos y postulamos, como conclusiones preliminares, que
podríamos estar ante un caso nuevo de diglosia ya no entre lenguas ni entre variedades
de una misma lengua sino de registros dentro de las variedades de una misma lengua.
Para saber más:
Menéndez, Salvio Martín (2022). El caso del denominado “lenguaje inclusivo”: el uso de la grafía x. ¿una diglosia en curso? Andrea Menegotto (ed.) Siete miradas sobre el lenguaje inclusivo. Perspectivas lingüísticas y traductológicas. Buenos Aires, Waldhuter Editores, pp: 83-94. ISBN 978-987-4916-25-9